Las Fallas 2018

Elena y yo decidimos ir a Las Fallas del 16 a 18 de marzo. Elena reservó el alojamiento un mes antes, Residencia Universitaria Religiosas de María Inmaculada en Valencia.


Fuimos en tren que duró 4 horas, y llegamos a Estación del Norte. La residencia estaba a 10 minutos andando de la estación, la cual está dirigido por monjas. Había habitaciones individuales, sólo para las chicas. La portaría no cerraba durante la noche, por eso pudimos estar en el centro sin preocupación.

Allá nos encontramos con otros chicos, a que  Elena  les conoció en la Formación de la llegada (on-arrival traning). Por fin estamos los 8 juntos. Un chico portugués, un chico griego, una chica italiana, una chica francesa, una chica turquesa, un chico francés, Elena y yo.

Fue muy divertido todo el tiempo. Primero recorrimos el centro y empezamos a acostumbrarnos al ruido. Porque la cosa es que hay mucho ruido durante Las Fallas en Valencia. Las calles están cerradas en el centro y la gente puede caminar donde desea. Además, ellos usan cohetes libremente que dan mucho miedo a los otros. Por eso, andamos con cuidado, pero es inevitable tener miedo.  Hubo un desfile durante todo el día, donde la gente valenciana nos presentó sus vestidos típicos. El fin de la fila fue la orquesta, con instrumentos como platillos, tuba, trombón etc. Aunque llovía el ambiente fue muy divertido, y la gente fue amable y amistoso. Durante los fuegos artificiales había mucha gente en la calle y era imposible moverse. Por eso una vez no pudimos encontrarnos el uno del otro con Elena y los otros. Además, habían muchos conciertos en la calle durante la noche con todo tipo de música y así todo el mundo podía disfrutar del  ambiente.

Habían muchas fallas en la calle. Yo he visto más o menos 16 en el centro. A mí me gustó mucho la que estaba en el
Plaza del Ayuntamiento. La cual, representa cuatro caras con diferentes colores, encima tiene dos hombres quiénes sostienen un monedo de euro. La última noche comimos el más típico plato de Valencia, la paella. Por supuesto, no podíamos omitir y todo el mundo les gustaba. Después fuimos ver los fuegos artificiales grandísimo. Fue maravilloso.

Por desgracia, teníamos regresar el domingo, y no podríamos ver cuando los ninots fueron quemados. Pero, antes de todo, fuimos a la playa en metro y tranvía. La costa fue hermosa, increíble, y enorme. A mí me encanta la playa especialmente, porque mi país no tiene mar y no puedo verlo tanto. Fue la segunda vez que yo lo veía. Ambos aquí en España.  

En general, pasamos un tiempo fantástico en Valencia. Compramos una pañuelo de la bandera valenciana, como un símbolo de nuestra amistad internacional. 

 

Eszter Baranyi

22.03.2018